REFERENTES
REFERENTES CONCEPTUALES
Como se mencionó anteriormente la
disciplina constituye uno de los principales elementos del proceso de enseñanza
aprendizaje, en los cuales está inmersa la escuela cuya meta consiste en
desarrollar estrategias que permitan la interiorización de una gran variedad de
conceptos que permiten la socialización de los seres humanos en la comunidad
donde viven, asumir responsabilidades y aceptar los derechos del otro.
Es necesario que el educando deje de
basar el cumplimiento de las normas en el deseo de agradar o evitar el castigo
de los profesores y adultos y en cambio adquiera el concepto del bien y del mal
en función de principios personales y sentimientos de justicia.
“Desde la fundamentación psicológica se ha creído que el niño necesita de un orden, reglas de
conductas y normas, también, de la enseñanza
del respeto a los demás”. (Hurlock,
1984).
Norma
Según la definición de la real academia
de la lengua española “Norma es un término que proviene del latín y significa
escuadra. Una norma es una regla que debe ser respetada y que permite ajustar
ciertas conductas o actividades”.
La institución educativa puede cumplir el
doble papel de educar al ciudadano para que sea capaz de darse a sí mismo la
norma -autonomía- (habiendo participado en su construcción o significación) y
para que vele por su cumplimiento en la vida pública, esto es, en la regulación
de acciones orientadas a la preservación del interés general. Las normas se
convierten de este modo en el fundamento de la vida social y de la idea de
comunidad cívica.
La comprensión del sentido de las normas
y su importancia práctica exige un pensamiento crítico y un criterio moral
desde donde juzgar su pertinencia y validez. Quizá esto resulta mucho más notorio
cuando se solicita o se exigen razones para impugnarla o derogarla. En estos
casos, siempre es necesario presentar motivos o razones que justifiquen de qué
modo la modificación o eliminación de una norma protege derechos inalienables
de las personas o facilita sus posibilidades de desarrollo. De este modo,
basados en un discurso racional, en la idea de la autoridad de los mejores
argumentos, se definen límites normativos a las acciones humanas (Apel, 1995; Habermas, 1999 y 2002).
Partiendo de esta conceptualización es
innegable que el concepto de norma debe interiorizarse y el ser humano debe
creer en la misma para así lograr una autonomía que le permita regularse en los
comportamientos que adquiere ante la sociedad; sólo cuando el hombre comprenda
la importancia de seguir reglas e instrucciones, podrá involucrarse en todos y cada uno de los
procesos de relación de pares y generar procesos que permita la sana
convivencia en comunidad. Es así como desde la institución deben generarse
escenarios de aprendizaje que defina límites normativos frente a las relaciones
humanas.
Disciplina
El
distingo que diferencia la animalidad de la humanidad es la disciplina ya que
ésta convierte la animalidad en humanidad e impide que el hombre, llevado por
sus impulsos animales, se aparte de la humanidad. (Kant, 1803:2).
La
disciplina es indispensable para la humanización ya que cuando se nace, no se
nace con un plan de conducta; este plan de conducta se lo tiene que construir
los demás. (Kant. 1803:4).
La
educación comprende la disciplina y la instrucción y además porque sólo por la
educación el hombre puede llegar a ser hombre por lo tanto, no es, sino lo que
la educación le hace ser. (Kant, 1803:9).
Desde la definición que presenta Kant de
la disciplina, es claro que el ser humano debe considerarse como ser racional y
es, esa misma racionalidad la que permite que se involucre en los procesos
sociales y culturales del entorno, es precisamente allí donde el hombre
construye su conducta partiendo de las vivencias y enseñanzas de los demás e
indudablemente de lo aprendido en la escuela reconocida como centro de
formación en la cual el hombre aprende los modelos de comportamiento que en
ocasiones no son enseñados en el seno familiar.
“la falta de disciplina es un mal mayor
que la falta de cultura, ya que ésta puede adquirirse más tarde, mientras que
la barbarie no puede corregirse nunca”. (Kant, 1803, 4).
“El árbol plantado solo en un campo,
crece torcido y extiende sus ramas a lo lejos; por el contrario, el árbol que
se alza en medio de un bosque, crece derecho por la resistencia que oponen los
árboles próximos y busca sobre si la luz del sol”. (Kant, 1803, 10).
Con estas dos frases de Kant, puede
reiterarse la importancia de enseñar y acompañar desde la edad temprana a los jóvenes en el proceso de formación, construcción
y aprendizaje de las normas,
sometiéndolos a leyes y reglas que le impidan llevarse por sus impulsos de
animalidad apartándolo de la sociedad.
Convivencia
“la interrelación entre los diferentes
miembros de un establecimiento educacional (...)...No se limita a la relación
entre las personas, sino que incluye las formas de interacción entre los
diferentes estamentos que conforman una comunidad educativa, por lo que
constituye una construcción colectiva y es responsabilidad de todos los
miembros y actores educativos sin excepción” ([MINEDUC], 2002b, pp.7.).
El Ministerio de Educación es muy
acertado en elaborar esta definición de convivencia escolar puesto que ésta
implica una relación entre todos los pertenecientes a la comunidad educativa,
tanto padres, maestros, administraciones, y por supuesto educandos, deben de
ser partícipes en la construcción de normas y responsabilidades que cada uno
debe asumir dentro de la Institución, independientemente del papel que
desempeñe cada uno y aún mayor es el compromiso de ser gestores activos para
que se evidencie en todas las relaciones escolares.